jueves, 4 de diciembre de 2008

Colaboración Literaria-Colaboración Literaria

Alejo Carpentier o una

exploración literaria de América

De plata los delgados cuchillos, los finos tenedores, de plata los platos donde un árbol de plata labrada en la concavidad de sus platos recogía el jugo de los arados, de plata los platos fruteros, de tres bandejas redondas, coronadas por una granada de plata, de plata los jarros de vino amartillados por los trabajadores de la plata, de plata los platos pescaderos con su pargo de plata hinchado sobre un entrelazamiento de algas, de plata los saleros, de plata los cascanueces, de plata los cubiletes, de plata las cucharillas con adornos de iniciales...

Concierto barroco

Guillermo Sención Villalona

Del libro Doce en la literatura dominicana,(*) de la autoría del escritor Guillermo Piña Contreras, extraemos unas declaraciones del Profesor Bosch, que anotamos:

“Estuve pensando, en España, en escribir una novela; en escribir una novela sobre las despoblaciones de Osorio; pero en eso llegó Cien años de soledad y me dije: no, después de esto no me voy a poner en ridículo escribiendo una novela”.

García Márquez ha confesado que llevaba escritas unas cien cuartillas de lo que iba a ser ese relato que tanta impresión causó a nuestro notable narrador, cuando leyó El siglo de las luces, de Carpentier, y su impacto en él fue tal, que seguido echó al cesto lo que tenía y empezó de nuevo.

Nos aventuraríamos a afirmar que lo referido nos ofrece una idea de la calidad de que es portadora esa famosa obra del autor habanero, la que pudo ser abuela de la que Bosch se proponía escribir.

Hijo de un arquitecto francés y de una profesora de idiomas nativa de Rusia, Carpentier (La Habana, 1904-París, 1980) empezó y no finalizó la profesión de su padre. Fue músico (con apenas siete años tocaba preludios de Chopin), musicólogo, periodista, publicista, diplomático, conferencista, organizador de conciertos de música, novelista, cuentista y ensayista; además, fundó el “Grupo Minorista” y lanzó la tesis de Lo Real Maravilloso Americano. Recibió el prestigioso Premio Cervantes, en el año 1978.

Sus textos, totalizadores, se erigen sobre dos pilares sobre los que se sostienen como la más férrea de las pirámides, que son la profunda investigación histórica que les sirve de sostén y una desbordante imaginación; esto marcado por el ritmo de una prosa de sobrado vigor expresivo, contentiva de una adjetivación de poeta.

La temática de sus novelas se enmarca en lo más hondo de esa extraordinaria epopeya que ha sido la vida de la multirracial América caribeña, con sus dictadores y revoluciones, emperadores y excéntricos caudillos, héroes independentistas incomparables y eternos mártires, épica que tuvo sus inicios en el año 1492 y que Alejo estudió a fondo para brindarnos esos relatos que beben del inagotable manantial que nos ofrecen, todavía, estas tierras de promisión literaria.

Carpentier nos convoca en sus escritos a un encuentro con la música, la arquitectura y la historia, en una simbiosis de fuertes y ágiles descripciones contentivas de un juego espacio-temporal, en el que los personajes aparentan cruzar de la historia a la ficción y, lo contrario, de lo fantástico a lo real, y el lector les sigue los pasos sin saber, a veces, si lo que lee es historia o es fantasía; además de que su pluma nos arropa con un despliegue de erudición desbordante, producto de su colosal, incomparable, formación cultural.

El escritor tenía una estrecha vinculación con la cultura francesa, la que heredó de su padre, que lo internó a la tierna edad de doce años en el mundo de Balzac, Zola y Flaubert, lo que ha animado a algunos a señalar con broma, que Carpentier era un francés que escribía en castellano. En realidad pudo ser un escritor del idioma francés.

De él, dijo Cabrera Infante: “Sus novelas son aburridos ejercicios de vanguardia, pero sus cuentos son extraordinarios”.

Borges argumentó, tras su muerte: “Nuestro deber es pensar menos en la muerte de Alejo Carpentier y más en la circunstancia de la obra que, en este caso, es perdurable y gloriosa”.

Goytisolo se refirió a él en estos términos: “Carpentier mostró a la muerte sus cartas credenciales en el mejor estilo”.

Es lamentable que su obra, debido sobre todo a la complejidad del lenguaje con que está escrita, barroco, por demás, no sea conocida por muchos lectores, a veces por asiduos lectores, que tal vez lo consideran un escritor de difícil acceso, demasiado culto.

Sugiero que olvidemos a los escépticos y no nos privemos de leer este muestrario de libros esenciales de la narrativa hispanoamericana de esta centuria: El reino de este mundo (1949, situado en Haití); Los pasos perdidos (1953, un internamiento en la selva venezolana); El recurso del método (1974, el dictador ilustrado); El arpa y la sombra (1979, el Almirante caricaturizado); la mencionada El siglo de las luces (1962, se desarrolla en Guadalupe) y Concierto barroco (1974, un juego con el tiempo y el espacio; el escenario es Venecia ).

En nuestra aventura carpentieriana nos vamos a encontrar y a divertir con criaturas como Víctor Hugues, Ti Noel y el manco Mackandal, el Primer Magistrado, Montezuma y Filomeno, también con Christhóforos, y toda la parafernalia que acompaña a estos personajes protagónicos en su extraño accionar.

Podemos afirmar que el hombre, con sus apetencias y debilidades está en el centro mismo de la obra narrativa del novelista, además, la misma comprende el estudio del sincretismo cultural producto de la fusión de seres procedentes de tres continentes.

Disfrutemos a Carpentier y el maravilloso mundo bordado por su estupenda faena creadora:

“Orquestas de gatos mecánicos, conciertos de vasos armónicos, pavos bailadores de forlana, los célebres Mellizos de Malta, y los sinsontes amaestrados que, además de silbar melodías de moda, con el pico ofrecían tarjetas donde estaba escrito el destino de cada cual”.

Tal vez para penetrar en este maravilloso mundo novelesco valdría sólo un humilde consejo: Oscar Wilde afirmó, con el fino humor que le caracterizaba, que un nudo de corbata bien hecho era el primer paso serio en la vida. Pues, para aplicar el sarcástico método del poeta irlandés, propondríamos que acompañarse de un diccionario es el primer paso importante que debe dar el que aspira a diplomarse de lector del prodigioso autor cubano.

(*) Guillermo Piña Contreras

Doce en la literatura dominicana

Colección “ESTUDIOS”

Director: Danilo de los Santos

Universidad Católica Madre y Maestra

Departamento de Publicaciones

Santiago, República Dominicana, 1982

Impresión Amigo del Hogar.

New Jersey, EE. UU.

13 de febrero, 1994.

Poesía-Poesía-Poesía-Poesía

Carta

Te miro de cerca
Te observo, me conmuevo,
Se aflige mi conciencia.
Te miro, y estás ahí, debajo.
Eres trabajador, conato de artista.
Eres limpiabotas.

Con tu arte
Aprendido en los primeros días de tus sueños,
Cristalizas el cuero, lo pules.
Tu arte hace ese espejo donde puedo palparme,
Mirarme, sonreír, agradecerte.
Te colgaron profesión sobre la espalda.

Tus pies
Tus enormes pies deformes, asimétricos,
Andan sueltos, sin tutor, sin protector.
Tus pies son anchos, dilatados,
Engordaron sin los muros del calzado,
Crecieron con el polvo de la tierra y el asfalto.

Tus ojos
Tan oscuros, como un páramo de noche,
Son redondos como faroles en aviso.
Tus ojos son el espejo de tu existencia,
Tienen la tristeza de una despedida.
Tu expresiva vista quiere hablarme, me interroga.

Y tu piel
Es de concha, es oscura,
Recipiente de vagos insultos.
Tu piel es dura,
Se confunde con las rocas.
Es epidermis de juventud perenne.
Ese sol que ves
Te golpea como el jinete castiga al caballo,
Como el peso del corcel doblega la hierba.
Ese sol que temes, misterioso,
Quemó a tus ancestros en brutal travesía
Donde el mar unió continentes.

A ti
Te envío esta carta, este poema,
Sintiendo que eres hombre siendo niño.
A ti te pido que escondas mis palabras,
Guárdalas en tu corazoncito dolido.
Es nuestro secreto, nuestra confidencia.

Quiero ser
Tu quiromántico y tu consejero.
Cuidarte como custodio de bóveda.
Quiero ser tu profeta y tu oráculo,
Poder guiarte en esta vida de buenos y malos,
Conducirte en este mundo de niños tristes.



Guillermo Sención Villalona
29 de septiembre de 1997.

Barquito de Papel

Segunda etapa #1

  • Charles Aznavour

Nombre de pila: Shahnour Varinag Aznavourian, francés, de origen armenio. Nace en mayo 22 del 1924, más de 100 millones de discos vendidos, más de 1000 canciones escritas, ha participado en 60 películas, canta en 7 idiomas: francés, alemán, ruso italiano español, inglés y armenio. Aznavour, nos visitó con un hermoso concierto el día 27 de septiembre, como parte de una gira mundial, que según él, sería su retirada definitiva de los escenarios. Quizás sea así, pero cada vez que escuchemos “La Mamma”, “la Bohemia”, “Venecia sin ti”, “Quién”, “Isabelle”, ”Debes saber”,…, entonces, ahí estará de nuevo el eterno Aznavour endulzando nuestro espíritu ya cansado.

  • Serrat 100X100

Este catalán, Poeta, cantautor de finísima fibras, Quijote de las más bellas utopías por la humanidad, nos traerá Durante los días 8 y 9 de noviembre su último espectáculo. Desde nuestra óptica, entre sus mejores canciones podríamos mencionar “Llueve,” “Cantares,” “Mi niñez,” “La saeta,” Elegía,” “La nana de la cebolla…”

  • EL ARTISTA PLÁSTICO Y SU ROL EN LA SOCIEDAD

Es impostergable un gran debate sobre el problema de las artes plásticas en nuestro país, donde se puedan dilucidar los orígenes, presente y futuro de nuestra plástica, además, el papel del artista como creador y su rol en el desarrollo de la sociedad.

Tal debate debe ser encabezado por un protagonista fundamental: el creador plástico. Así se empezaría a dar el gran salto que haga del mismo un ente conciente que sabe entonar con su medio para crecer transformándolo, al tiempo que se coloca más allá de sus funciones de simple creador.

El origen de nuestra plástica no fue dirigido hacia una interpretación consciente de nuestra realidad como pueblo. De ahí el divorcio con el concepto y fin de la creatividad. Estos trazos de indigencia cultural subyacen hasta hoy como remedo permanente de nuestra débil formación cultural. Por eso hay que partir, en el debate propuesto, desde el principio de esas limitaciones en nuestra cultura, y ver si estamos dispuestos a seguir permitiendo que el estado siga multiplicando dicha práctica.

El artista plástico está llamado a ser parte primordial en los afanes del ser humano por avanzar en su desarrollo total, pero, no sin ante empezar por revisar sus huellas en devenir cultural de la humanidad.

Esa discusión debe servir, además de perfilar el intelecto del artista, para ayudarle a sacar mejor provecho de sus dotes naturales, y bajo el estimulo de una sensibilidad mayor, pueda madurar la concepción, explicación y contenido de su creación.

Se debe establecer la razón de la critica de arte, y quienes estarían calificado para ejércela.

Es necesario que el papel insustancial de la crítica amarillista, la que existe al margen del creador y al servicio del mercado de las artes, sea sustituido por una crítica libre, constructiva y con dominio absoluto de la ejecución artística, cosa que sólo podemos encontrar en el propio creador.

No basta tener cierto dominio del idioma para ejercer el sagrado derecho a la critica de arte. La crítica de arte es tan delicada, que así como puede contribuir al surgimiento de un artista, puede servir para destruirlo. Es por eso que quien la ejerza debe estar revestido de una pulcritud tal que su aseveraciones no dejen lugar a duda sobre el conocimiento de la materia e imparcialidad y justicia en la valoración.

Esa criticidad mendaz, ignorante y brutal, imperceptiblemente va construyendo un artista alienado, dependiente de sus propias limitaciones, y del precio que otro le cuelga a su producción.

El artista, durante el acto de creación, debe procurar actuar con toda libertad e independencia posible para lograr una verdadera obra de compromiso y ruptura, no solo con la tradición academicista, sino, con la mezquindad del mercader de arte.

El hombre se expresó, mediante dibujos elaborados sobre las paredes de las cavernas que como morada fugaz usaba en su infinito trajinar. Es el Hombre, “eterno peregrino, que a veces camina sin rumbo porque nadie le espera”, como dice el poeta, pero siempre con la utopía como blasón. Esto es una muestra de la relación entre medio circundante y creador.

En una sociedad como la nuestra, que nos moldeas asfixiándonos permanentemente; el artista debe ser parte del ariete transformador de la misma, nunca su eco.

Son tantas las puntualización que los creadores tenemos que hacer, y es tan grande la premura, que a veces me pregunto: ¿cómo sería el mundo si se pudiese englobar el pensamiento en el aire? ¡Como en los cómics! ¡Seria, pues, Un mundo sin mentiras de ningún color! Seria el mundo de los iguales.

Entonces, cuando eso suceda, la bellaquería de que si no se escribe, (la historia), no se sabría la certeza del pensamiento, caería hecha añico, ya que sería tan absurdo como negar la existencia de mi realidad, la del hombre prehistórico, y a lo mejor su propia existencia en el momento que quizás pierde su tiempo intentando leernos.

Escríbase o no, tenemos que aceptar que a diario, los pueblos forjan su historia, con lagrimas de sangre y amor sereno, desde los dibujos, para muchos simple garabatos, de La Cueva de Altamira, pasando por las obras de los grandes maestros universales, hasta la ruptura contemporánea, y pese a la altanerías, sandeces y pamplinas filosóficas para edulcorar el veneno que a diario nos inocula esta sociedad que mata la libertad de creación, el artista debe y tiene que dar un paso al frente, sólo uno, para empezar.

Y así, cuando el artista comprenda que es portador de la virtud más pura para la construcción del hombre nuevo, entenderá la nobleza de ser un trabajador de la cultura, entonces, Condecito y Silvano podrán estar en paz.

Manuel Almonte

Artista plástico

10-10-28

  • ¡El Che vive!

¡¡ El comandante del alba sigue su marcha a galope tendido por toda América!!

¡¡¡8 de octubre glorioso!!!

Ese mismo día, a partir de la 6 p.m., El Comité Dominicanos por el cambio en el Salvador, en los salones de actos de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, se dio cita lo más granado del pensamiento de izquierda y progresista dominicano para recibir la visita del comandante Guerrillero Salvador Sánchez Cerén, candidato a la vicepresidencia en el Salvador quien, junto al candidato presidencial triunfante del FMLN, Mauricio Funes, representa las ansias de libertad y paz del pulgarcito de América. Allí se les rindió honores a todos los camaradas dominicanos caído en combate en el Salvador. Pero una de las partes más brillante del acto fue cuando se anuncio la presencia de Tancredo, junto a Pancho, Freddy, Hector, y otros combatientes internacionalistas que en el Salvador se jugaron la vida por la libertad de América. A partir de ese momento, el acto se convirtió en un hermoso reconocimiento a esos camaradas. ¿Y nosotros valoramos su desprendimiento?

Para más información ver: almontearte.blogspot.com

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Décimas-Décimas-Décimas

La Paga
Pedro Gabriel Moquete

Cuando a este mundo asomé
un primero de febrero,
mi llanto fue lastimero,
pero sonreí después.
A Dios yo le pregunté
con alegría y audacia,
por mi niñez de eficacia
¿qué le debía yo de dar?
Dios no tardó en contestar:
¡dame gracias, dame gracias!

De mi niñez de virtud
pasé a una etapa florida
cuando me llevó la vida
a la dulce juventud.
Disfruté con plenitud
este gran cambio en mi ruta
y con una frase augusta
Dios me colmó de placer
al decirme franco y fiel:
disfruta mi hijo, disfruta!

Camino a mi última edad
le eché un vistazo al pasado,
con todo lo que he gozado
No se puede pedir más;
y al mirar esta verdad
mi alma alegre, agradecida
preguntó a Dios conmovida
¿con qué te puedo pagar?
No vaciló en contestar:
¡con la vida, con la vida!